8 MARZO – DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

“La mitad del cielo, la mitad de la tierra, la mitad del poder”

En 1976 la Organización de las Naciones Unidas – ONU – reconoció oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En este día se conmemora la lucha de la mujer a lo largo de la historia por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. 

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Amina Lawal,  nacida en una aldea al Norte de Nigeria, se ha convertido en una razón, en un icono para la lucha por los derechos de las mujeres. 

Un tribunal islámico la condenó - en marzo de 2002 - a morir apenas destetara a su tercera hija Wasila, hija concebida fuera del matrimonio cuando ya se había divorciado. Amina fue condenada por adulterio a enterramiento hasta las axilas y apedreamiento público hasta morir, pena prevista por la sharia, el sistema jurídico islámico basado en una interpretación ortodoxa del Corán, vigente en 12 de los 18 estados del Norte de Nigeria. El mismo juez que la condenó a muerte, exoneró al padre de la niña.

La presión internacional a favor de Amina no tuvo precedentes. Amnistía Internacional llevó a cabo una campaña en la que recogió más de 9,5 millones de firmas y cuyo objetivo era terminar definitivamente "con los castigos corporales, crueles, inhumanos y degradantes y la pena de muerte”. Durante aquellos días,  una larga cadena humana envió - a través de internet - miles de pedidos para que se le conmutaran la pena. 

En septiembre de 2003 el tribunal de apelación islámico del Estado de Katsina rechazó la condena por "defectos técnicos", ya que consideró que Amina no había contado con la "oportunidad suficiente para defenderse a sí misma" y fue absuelta.

Después de la absolución, su familia (a través de la asociación encargada de su defensa -  WRAPA (Avance y Protección Alternativa para los Derechos de la Mujer) - le buscó un marido. Amina se casó con un hombre de Abuya [capital de Nigeria] que no le gustaba y tuvo otra niña, pero a los seis meses de casada, el marido la abandonó y quedó sola otra vez. Las responsables de WRAPA reconocen que cometieron un error buscándole un esposo (literalmente fue un casting) pero aseguran que lo hicieron con la mejor de las intenciones, “tratando de encontrar la estabilidad económica de Amina”.

La tragedia de Amina es la de miles de mujeres en distintas latitudes del planeta. Hoy, abandonada, pobre y enferma, no tiene siquiera libertad de recorrer la distancia mínima de su aldea. Ninguna mujer puede andar sin el permiso de su marido y el acompañamiento de un hombre de confianza. Cuando finalmente lo hacen deben vestir una túnica que sólo deja ver sus caras.

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 En numerosos lugares del mundo las mujeres siguen demandando derechos básicos como acceder a la educación, la cultura, el trabajo o la política. Expresan hoy su voluntad de participar en condiciones de igualdad en sectores en los que tradicionalmente su inclusión ha sido minoritaria.

Pese a los logros registrados en la vida de las mujeres en los últimos 6O años, hay mucho camino todavía por recorrer en materia de derechos. Según la organización Internacional del trabajo (OIT), al ritmo actual faltarían 480 años para equiparar los derechos de los varones y las mujeres en términos de poder económico y político. La mayor brecha está en la diferencia de acceso a la propiedad de la tierra (las mujeres son propietarias sólo de la quinta parte) y en el salario que cobran, llegando en muchas regiones a la décima parte de  lo que ganan los varones por los mismos trabajos.

Tanto el analfabetismo como la desnutrición son marcadamente mayores en las mujeres, y en algunas culturas siguen privadas de derechos tan elementales como tomar decisiones sobre su propia vida, elegir su pareja, acceder a estudiar y a la herencia. Ellas son víctimas especiales de los crímenes de guerra, porque sobre ellas se ejerce todo tipo de violencia sexual. Hay zonas como Ciudad Juárez en la frontera e México con Estados Unidos, donde cientos de mujeres son violadas y muertas cada año en un fenómeno que se ha dado en llamar femínicidio. En todo el mundo también ha crecido el tráfico de mujeres y de niñas, uno de los negocios más remunerativos, después del tráfico de armas y de drogas.

En la Argentina, pese a los avances logrados, aún quedan temas pendientes, como la Ley de Acoso Sexual; la absoluta paridad entre varones y mujeres en cuanto a trabajo remunerado y doméstico; la creación de guarderías en todo el país para niños de 45 días a 3 años; la adecuada capacitación de personal policial y judicial para atender violencia contra las mujeres.

Dora Davison