domingo, 29 de julio de 2012

FAMILIAS ENSAMBLADAS (RECONSTITUIDAS)


Familias Ensambladas.
 Estructura, dinámica y recursos


Docente: Dra. Dora Davison

OBJETIVOS
Brindar una amplia capacitación profesional en la compleja temática del ensamblaje familiar, de modo que al finalizar el cursante esté en condiciones de:
a. comprender el complejo proceso de ensamblaje
b. diferenciar las características estructurales de la familia ensamblada
c. identificar los sentimientos que se generan en su estructura
d. conocer sus pautas más viables de convivencia
e. utilizar recursos terapéuticos eficaces para facilitar y acelerar el proceso de ensamblaje
f. coordinar grupos de aprendizaje de parejas ensambladas o en vías de ensamblarse (prevención de las disfunciones familiares ensambladas)

Consulta de casos: los cursantes tienen la posibilidad de consultar sobre sus casos en el foro del curso. 



martes, 26 de junio de 2012

LIBRO FAMILIAS ENSAMBLADAS E-BOOK Y PAPEL


Estimadas familias, colegas y amigos, les dejo el link de mi primer libro on line. Su lectura resulta amena al lector interesado, a la vez que una herramienta de trabajo para el lector profesional (psicólogos, consejeros, abogados de familia, etc.). También puede solicitarse en papel.
Saludos cordiales

http://www.bubok.es/libros/215205/Tus-hijos-mis-hijos-nuestros-hijos

Tus hijos, mis hijos, nuestros hijos

lunes, 7 de mayo de 2012

Y… ¿VOS SABES NEGOCIAR?





Las parejas que aprenden a negociar en los cursos on line que dicta Familias21Internacional tienen presente:

Un conflicto es un choque de intereses contrapuestos entre dos o más personas y puede resolverse mediante una buena negociación.
La negociación es un proceso de resolución de conflictos mediante el cual, los involucrados tratan de arribar a un acuerdo que satisfaga - al menos en parte - los intereses de todos. Es importante entenderla como un juego en el cual se puede ganar o perder, pero que si se hace siguiendo ciertas reglas, todos ganan.

Estamos en mejores condiciones para negociar cuando previamente hemos adquirido las habilidades que hacen a una buena comunicación (comunicación eficaz). Los conflictos son inherentes a la vida y si bien, una buena comunicación no los evita, ayuda a resolverlos.

Una buena comunicación es clave en toda negociación. Para ello hace falta saber escuchar, hacerse entender y responsabilizarse por lo que uno dice.

Saber escuchar (escucha activa), implica varias cosas: estar verdaderamente atento a lo que dice el “el otro/a” (no estar pensando en qué se le va contestar o estar distraído/a); mostrar un interés genuino (preguntar: “¿porqué lo ves de esa manera?”); dar señales de que se está escuchando (gestos como asentir con la cabeza u otros, usar palabras de contacto como ¡aha!); ser empático/a (ponerse en el lugar del otro); ser respetuoso (no interrumpir, no repiquetear los dedos); mirar a los ojos la mayor parte del tiempo (cuando no se mira al interlocutor, se elimina la comunicación no – verbal y por lo tanto, la escucha es parcial); chequear lo que uno escuchó (“¿lo que me decís es….?” sin cambiar el gesto o el tono de vos); pedir aclaraciones cuando uno no entiende; tener la mente abierta a otras opiniones; no prejuzgar; no descalificar; no asumir una posición de superioridad, tampoco de inferioridad; no actuar como un “solucionador de problemas”; etc.

Tan importante como saber escuchar es saber hacerse entender. Para ello, primero hay que comprender el mensaje de nuestro interlocutor antes de responder y luego, expresar el nuestro en forma directa, clara y simple (la comunicación directa mantiene la relación estable, en cambio, la comunicación indirecta es vaga, solapada, genera resentimiento y deteriora la relación); emitir mensajes verbales acordes a los no verbales (no decir “te estoy escuchando” y a la vez estar mirando tele); no hacer monólogos; hablar cada uno por sí mismo/a.   

Finalmente, asumir la responsabilidad por lo que uno mismo dice. Debemos recordar que las palabras son acciones concretas sobre “el otro” (“lastiman”, “acarician”) y somos responsables por los efectos que generamos en nuestro interlocutor.

Una vez, en posesión de estas habilidades, debemos saber que hay principios universales a toda negociación tales como: escuchar más, hablar menos, reconocer el punto de vista de “el otro/a” como una alternativa válida aunque no coincidamos con ella y expresar el nuestro sin provocar, esto es,  como un agregado y no como una contradicción directa.

Otra habilidad que posibilita negociar más fácilmente consiste en separar la persona del problema, la persona no es el problema. Cuando dos o más personas se asocian formando un equipo para enfrentar un conflicto entre ambas, aumentan notablemente las chances de resolverlo.

En toda negociación se ponen en juego diversas emociones, pero la negociación en sí misma tiene que ver sólo con cuestiones de índole práctica. Las emociones negativas, aparecen bajo la forma de posiciones inflexibles que complican el proceso. Negociar con alguien que está convencido que su posición es la correcta y la nuestra equivocada es muy difícil: esa persona ha puesto una barrera, de la que habrá que ocuparse primero, y el desafío consistirá en primer lugar, en crear un clima favorable a la negociación

Por otra parte, las posiciones que adoptan las partes en disputa se relacionan con el interés de cada uno, pero también debe contemplarse que detrás del interés puede haber valores y creencias que no “se negocian”.
El buen negociador va más allá de la posición y se concentra en los intereses e intenciones de las personas más que en su conducta.

La escucha activa, nos permite detectar cuál es el interés de la otra persona, qué es verdaderamente importante para ella y cuál es la emoción en que se encuentra. La mejor manera de asegurarnos un objetivo es que “los otros” obtengan los suyos.
Hay dos formas de negociación basadas en los intereses de las partes:

1. Gana – Pierde (juego de suma cero)
2. Gana – Gana


Una negociación exitosa implica el uso del modelo Gana – Gana. Este modelo, al satisfacer necesidades de todos los involucrados resuelve el conflicto mediante un acuerdo duradero - o al menos por un tiempo prolongado - porque logra que todos se esfuercen en sostenerlo. Cuando alguien pierde en una negociación, esa persona se convierte en un “desestabilizador” y el conflicto continúa.

Una complicación frecuente que ofrece la negociación es la forma de pensar mediante la disyuntiva “esto o aquello”: “si yo tengo razón, el otro está equivocado”. Debemos aprender a pensar en términos de “esto y aquello”: “yo tengo razón desde mi punto de vista y él/ella desde el suyo”. Generar opciones, evaluar alternativas, consultar de qué forma concreta se pueden satisfacer los intereses son todas formas de cuidar que el proceso esté regido por principios y no por presiones para alcanzar el objetivo deseado.

Cuando el deseo es ganar a toda costa ya no se busca una solución: se discute por el poder.

Dora Davison



martes, 17 de abril de 2012

LA NEGOCIACIÓN CON NUESTROS HIJOS


James Sebenius, importante hombre de negocios. y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, mantuvo el siguiente diálogo con un periodista:

- ¿Los principios de la negociación pueden aplicarse a cualquier situación?
- La negociación con nuestros hijos es mucho más difícil aunque sean chicos y no tengan ningún poder real de acuerdo con los parámetros corrientes. Quién crea que los chicos no tienen poder en la negociación, no entendió el proceso.

miércoles, 11 de abril de 2012

ORIENTACIÓN EN LÍNEA PARA PAREJAS ENSAMBLADAS


MÍOS, TUYOS Y NUESTROS

Mas de 20 años asistiendo parejas ensambladas. La experiencia clínica señala que… ¡sólo con el amor no alcanza! No alcanza porque las pautas de convivencia de la familia ensamblada son diferentes a las de una familia tradicional. Por esta razón, la nueva pareja necesita conocer esas diferencias, así como también contar con habilidades que le permitan transitar el proceso de integración en el menor tiempo posible.

ORIENTACIÓN EN LÍNEA PARA PAREJAS ENSAMBLADAS
E-terapia + Psico-educación

- Pueden participar ambos miembros de la pareja.
- 8 sesiones en línea con una frecuencia semanal. Absoluta confidencialidad mediante correo electrónico a la dirección privada de la Dra. Dora Davison.
- Recursos: Fichas, guías, hojas de trabajo, ejercicios para hacer en pareja, en familia y para los chicos de acuerdo a las necesidades de cada familia particular.

Aranceles: consultar






martes, 3 de abril de 2012

QUE LA GUERRA NO ME SEA INDIFERENTE

SÓLO LE PIDO A DIOS

Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente, 
que la reseca muerte no me encuentre 
vacío y sólo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente,
si un traidor puede más que unos cuantos
que esos cuantos no lo olviden fácilmente. 

Sólo le pido a Dios 
que el futuro no me sea indiferente, 
desahuciado está el que tiene que marchar 
a vivir una cultura diferente.


León Gieco

viernes, 16 de marzo de 2012

LAS FAMILIAS ENSAMBLADAS Y LOS TEMAS DE DINERO

Edward Metzer y su esposa Anita (recasados), de la Universidad de Missouri, USA, investigaron sobre las finanzas en las familias ensambladas. Según los Metzer las parejas recasadas atraviesan 5 etapas antes de lograr la estabilidad en los temas de finanzas:

1o Etapa: “La vida color de rosa

Todo comienza de manera muy romántica - ¿quién quiere hablar de ingresos, cuotas alimentarias y obligaciones financieras, cuando la mesa esta servida con velas y flores? Las parejas sienten que no tendrán problemas con el manejo del dinero o bien, que se las arreglarán pase lo que pase. Esto es ideal mientras dura, pero muy ingenuo para ser eterno.

2o Etapa: “No hagan ola”

Las parejas que no están preparadas para afrontar esta etapa entran en pánico. La realidad de la vida cotidiana se impone y el resentimiento y la culpa comienzan a teñir sus pensamientos acerca del dinero: Si yo sabía que el tenía obligaciones cuando acepte casarme, ¿por que ahora estoy tan resentida? ¿que derecho tengo ahora a quejarme? o bien, Si yo sabía cuando me casé con ella que sus hijos le ocasionaban muchos gastos, entonces ¿que razón tengo ahora para estar tan molesto?

La tensión entre ambos crece, pero esos temas no se discuten y los sentimientos se esconden por miedo a dañar la relación.

3o Etapa: “Pongamos las cosas en claro”

Por fin la pareja se da cuenta de que es necesario hablar abiertamente sobre estas cuestiones. Esta suele ser una etapa difícil y dolorosa, en la que aparecen las frustraciones y las expectativas no cumplidas, pero a la vez se sientan las bases para la confianza mutua

4o Etapa: “Pongámonos de acuerdo”

Las parejas que atraviesan la etapa anterior, encuentran el modo de pagar las cuenta cumplir con los compromisos previos, hacer presupuestos y convenir acerca de como manejar y distribuir el dinero. paralelamente se sienten más seguros para afrontar los problemas financieros, pero ahora sobre bases más realistas.

5o Etapa: “¡Logramos la estabilidad!”

La pareja logra al fin el modo de tomar decisiones financieras juntos. El tiempo y la experiencia dan paso a un sentimiento de control sobre las mismas, tal que pueden ir realizando en cada momento los ajustes necesarios, de acuerdo a los cambios que se suceden a lo largo del ciclo de vida familiar.


Según los Metzer las parejas recasadas no deberían ser ingenuas y creer que las cosas van a funcionar si no se trabaja en ellas.

jueves, 8 de marzo de 2012

8 DE MARZO - DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Una vez más,  conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. Además de saludar a todas las lectoras de este blog y desearles un feliz día, quiero aprovechar este evento para clarificar un concepto que a menudo se malinterpreta. Me refiero al feminismo.

Con frecuencia, este término es usado en forma peyorativa por hombres y mujeres,  y otras tantas veces, muchas de “ellas” se sienten en la obligación de aclarar: “yo no soy feminista”. Y esto es así, porque para muchas y para muchos, el feminismo está asociado a mujeres con rasgos poco femeninos, prepotentes, resentidas con los hombres y con la vida, en lucha permanente por obtener derechos que alteran “el orden social natural”.

Sin embargo, lo que da sustento al feminismo es una visión humanista del mundo, y su objeto son los roles, las reglas, las funciones y los valores que organizan las relaciones entre hombres y mujeres, proponiendo que éstas deben apoyarse en la igualdad de derechos de los unos y de las otras, más allá de sus diferencias. A la vez, que desafía el principio de jerarquización humana basado en la fuerza y la violencia, subraya la contradicción que implica – para todos nosotros - pretender alcanzar una organización social igualitaria y democrática, mientras exista desigualdad de derechos y obligaciones entre las dos mitades de la humanidad, femenina y masculina.

En la Teoría Feminista es central la noción de género. Mientras que el sexo es una categoría biológica, el género es una categoría social, más precisamente una construcción social. El género es un principio organizador universal inherente a las estructuras sociales, lingüísticas y discursivas. Esta presente en todas las culturas y se manifiesta en la vida social, política, económica, en los valores y en las ideologías.

Apoyado en las diferencias corporales entre el hombre y la mujer, el género asigna ciertos atributos y tareas sociales “a unos” y “a otras”: son los estereotipos o marcaciones de género. Contrariamente a su supuesto origen  biológico, los estereotipos de género son atributos adquiridos. Las niñas y los niños aprenden durante el proceso de socialización qué es propio de ser mujer y qué es propio de ser hombre. Por Ej., las marcaciones de género señalan ciertos atributos - la racionalidad, la practicidad, la ejecutividad, objetividad, etc. - como propios de la masculinidad; en tanto que otros - la empatía, la emocionalidad, la intuición, la capacidad de brindar cuidados y atención, de crear y mantener vínculos - aparecen ligados a la femineidad.

Los estereotipos de género constituyen la base de los sistemas de creencias que establecen “qué es ser hombre” y “qué es ser mujer” en una sociedad y en una época determinada; definen para cada sexo sus ámbitos más apropiados de acción: el hogar para las mujeres y la vida pública para los hombres;  a nivel de los valores ejercen su influencia dividiéndolos en valores masculinos – la firmeza, la fortaleza o la rudeza – y valores femeninos – la compasión, la ternura, la pacificación, el compartir, la solidaridad,  la colaboración, etc. Los hombres y las mujeres que no parecen adherir a los valores impuestos para cada género son tildados de “poco hombres” o afeminados en el caso de “ellos” y de “poco femeninas” cuando se trata de “ellas”.

Vivimos en una cultura que no valora por igual la emoción y la razón; cuando la emocionalidad en “ella” o la racionalidad en él” se amplifica por alguna circunstancia, la conducta resultante, tampoco tiene la misma valoración social: la emocionalidad de “ella” será connotada como “histeria”, “inestabilidad”, “desequilibrio” y aun, podrá ser tildada de “loca”. En cambio, la racionalidad de “él” puede llegar a convertirse en “perfeccionismo”, “exceso de responsabilidad laboral”, “obsesivo con el cumplimiento”. Lo mismo sucede con los demás estereotipos. 

El que ciertas asignaciones se privilegien sobre otras va de la mano con el acceso a una mayor posición jerárquica y por consiguiente, a mayor poder. Cuando esto sucede las relaciones entre hombres y mujeres se estructuran sobre la base de desigualdades de poder.

Hoy, afortunadamente los estereotipos de género se han flexibilizado en estas latitudes, y hombres y mujeres en principio tienen derecho a las mismas oportunidades, a la satisfacción por igual de sus necesidades, aunque esto no sucede siempre de hecho. En otros países, en cambio, es lamentable la condición de la mujer; para ejemplo, basta leer el caso  de Amina Lawal  en este mismo blog.

El feminismo surgió como un impulso político a fines del Siglo XIX – aunque abundan expresiones no organizadas del mismo desde mucho tiempo atrás - que tenía por finalidad cuestionar los mencionados estereotipos y eliminar las restricciones que la cultura impone a cada sexo en detrimento de su desarrollo personal y de relaciones humanas más satisfactorias. Desde su aparición, por primera vez, mujeres y hombres de todo el mundo desafían frontalmente el modelo de sociedad basado en la fuerza y la violencia. 

Hubo tres olas feministas. La primera, a finales del siglo XIX y principios del XX, se centró principalmente en la superación de los obstáculos legales para la igualdad género - sufragio femenino, derechos de propiedad, capacidad de obrar, mismos derechos dentro del matrimonio -. La segunda ola, apareció en los años 60 y 70 y se centró principalmente en la independencia económica de la mujer y en lo que hace a las desigualdades de hecho. La tercera, comenzó en los años 90 y se extiende hasta la actualidad; sus características postmodernas diversifican de forma radical el feminismo, tanto en sus visiones como en sus propuestas, incluye a los hombres en sus afanes liberadores y pretende llenar las falencias dejadas por las olas anteriores.

Este no ha sido un camino fácil, especialmente para las pioneras, quienes debieron enfrentarse al rígido orden social pre-establecido debiendo pelear por una mejor condición de vida, al punto de que como correlato de esa lucha fueran consideradas “enemigas” de los hombres. Aún hoy, este mito sobre tal "enemistad" persiste en muchos estratos de la sociedad. Sin embargo, debe reconocerse que gracias a ellas mejoró la situación de la mujer en el hogar al liberarlas de leyes que autorizaban a sus esposos a golpearlas y a poseer el control absoluto de sus bienes; les abrieron las puertas de las universidades a otras mujeres y a las generaciones subsiguientes; consiguieron que se les otorgara el derecho al trabajo remunerado y a la vida pública. Estas conquistas no sólo mejoraron la vida de las mujeres, sino también las de sus familias, y bajo este aspecto humanizó la sociedad en su conjunto.

Un estudio transcultural conducido por Shirley y John McConahay reveló una correlación significativa entre los estereotipos de género rígidos requeridos para mantener el dominio masculino y la incidencia de la violencia, el maltrato a las esposas, a los hijos, así como también de las violaciones. A nivel social se ha observado una coincidencia entre la decadencia de una sociedad, el aumento de la violencia  y el maltrato a las mujeres.

El feminismo en la actualidad, en una línea postmoderna, sostiene  que no existe un único modelo de mujer, por el contrario, existen múltiples modelos determinados por cuestiones sociales, étnicas, de nacionalidad o religión. Propone una gran variedad de enfoques, soluciones, propuestas, visiones de los problemas e incorpora múltiples corrientes del feminismo que tienen entre sus componentes el anti racismo o la visión positiva de la sexualidad más allá de las diferencias existentes, entre otros.

¿Qué opinás, esta mal ser feminista?

jueves, 23 de febrero de 2012

CREER PARA VER

Heinz Von Foerster, a menudo, mencionaba este significativo relato de Juan Carlos Castañeda

“Como ustedes recordarán, Castañeda fue al pueblo de Sonora, en México, a conocer allí a un brujo llamado Don Juan, a quien le pidió que le enseñara a ver. Así, Don Juan se interna con Castañeda en medio de la selva mexicana. Caminan una o dos horas, y de pronto Don Juan exclama: ‘¡Mira, mira lo que hay ahí! ¿Lo viste?’. Castañeda le responde: ‘No... no lo vi’. Continúan caminando, y unos diez minutos más tarde Don Juan vuelve a detenerse y exclama: ‘¡Mira, mira allí! ¿Lo viste?’. Castañeda mira y contesta: ‘No, no vi nada’. ¡Ah!,  es la lacónica respuesta de Don Juan. Siguen su marcha y vuelve a suceder lo mismo dos o tres veces, pero Castañeda nunca ve nada; hasta que, al fin, Don Juan encuentra la solución: ‘¡Ahora entiendo cuál es tu problema! Tú no puedes ver lo que no puedes explicar. Trata de olvidarte de tus explicaciones y comenzarás a ver’, le dice el maestro.